2. Validar los sentimientos: sienta lo que sienta está bien, es por algo. Es importante tener esto claro. Los sentimientos y las emociones no se pueden invalidar. Si siente algo por algo será, hay que averiguar qué está pasando, qué ocurre para que se sienta así.
3. Distinguir entre la emoción y la conducta de la emoción, es decir, lo que se hace con ese sentimiento. Todas las emociones son adaptativas y vienen por alguna razón. Todas tienen una función. Ninguna emoción es tóxica. Las emociones nos dan información sobre lo que está pasando dentro de nosotros y también en el exterior. Cada emoción está compuesta por tres partes: pensamiento, conducta y sensación corporal. Mostrarle y guiarle en maneras de expresar la emoción de manera saludable.
Por ejemplo: El legítimo y es válido sentir emocionalmente rabia, odio, ira, sus buenas razones tendrá para sentirlo. Pero otra cuestión es la manera cómo expresamos en forma de conducta la rabia. Esto es el problema, no la rabia en sí misma. Sentir rabia es bueno y necesario para poner límites, reafirmar nuestros derechos, decir NO, por ejemplo; pero agredir o usar la violencia es otra cosa. También es válido y natural sentirse triste, pero a veces hay que ir con cuidado con dejar llevarse por la tristeza, ya que puede venir la apatía y la desmotivación y sentir cierto regocijo por ese estado.
BIBLIOGRAFIA
- Material de formación del Diplomado en trauma-terapia Infantil y juvenil del Institut IFIV, Jorge Barudy y Maryorie Dantagnan.
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