¿Qué es el acoso escolar?
Es una conducta de persecución física o psicológica que realiza el alumno o alumna contra otro, al que elige como víctima repetida” (Olweus, 1993)
Existen tres modalidades de acoso:
Agresiones físicas
Directas: pegar
Indirectas: romper, esconder, robar cosas de la víctima
Agresiones psicológicas
Agresiones verbales directas: insultar, poner motes ofensivos.
Agresiones verbales indirectas: hablar mal de otro a sus espaldas
Exclusión social
Ignorar, no dejar participar
Existen tres criterios para identificar el acoso escolar:
Intención por parte del agresor de hacer daño físico o psicológico
Repetición de la conducta
Desequilibrio de poder: la víctima se siente o se encuentra impotente para salir de la situación por sí sola.
El bullying es un fenómeno grupal, ya que participan tres agentes: el agresor/es, víctima/s y ESPECTADORES. ¡El que mira, observa, anima, tolera, calla o presta cualquier tipo de ayuda al autor de la agresión también está perpetrando el acoso!
¿Cómo reconocer que tu hijo/a es víctima de violencia escolar?
Moratones, rasguños, cortaduras inexplicables.
Llega a casa con la ropa rasgada
Objetos dañados o que desaparecen a menudo
Dolores de cabeza, de estómago o de otro tipo, cuya causa es injustificada
Estados de tristeza sin motivo aparente
Accesos de rabia extraños
Dificultades en el sueño. Micciones nocturnas.
Rechazo a ir a la escuela
Empeoramiento del rendimiento escolar
Renuncia a jugar con los amigos
Deseo de tomar otra ruta para ir a la escuela o volver a casa
Peticiones de dinero sin motivo justificado
Consecuencias de la violencia escolar en la víctima
Serios prejuicios tanto en su vida presente como en su vida de adulto
Desórdenes de atención y aprendizaje
Imagen general negativa de sí misma
Desesperanza y pérdida de interés por sus actividades favoritas
Falta de satisfacción con la vida
Síntomas depresivos
Inhabilidad para disfrutar y falta de energía
Deficiente habilidad para relacionarse con los demás
Sentimientos de culpabilidad
Reacciones emocionales inesperadas
Problemas de insomnio y recuerdo repetido del episodio de maltrato
¿Cómo reconocer que tu hijo/a se comporta de forma violenta en el centro escolar?
Se muestra rebelde y no cumple las normas familiares, sociales, etc.
Siempre quiere tener la última palabra
Es prepotente de forma continua con sus hermanos/as, primos/as o círculo más cercano
Es dominante en las relaciones con sus amigos
No se pone en el lugar de otras personas cuando se le pide reflexionar sobre su conducta
Nunca o pocas veces acepta que es responsable de sus actos y pide disculpas
Disfruta mofándose y humillando a sus amigos cada vez que tiene oportunidad
Habla de forma despectiva de algún compañero o compañera de su clase
Está integrado en una pandilla conflictiva
Se jacta de sus acciones violentas
Acoso en las redes sociales o ciberbullying (Mención especial al grooming)
Consiste en el uso vejatorio de algunas tecnologías de la información y la comunicación (correo electrónico, SMS, mensajería instantánea, sitios personales) por parte de un individuo o grupo, que deliberadamente, y de forma repetitiva y hostil, pretende dañar a otro. (Belsey 2005).
Principales tipos de ciberacoso
Mensajes de texto
Acoso telefónico
Acoso a través de fotografías/vídeo
Acoso a través de correos electrónicos
Acoso a través de sesiones de chat
Acoso a través de programas de mensajería instantánea
Acoso vía páginas web
Manifestaciones más frecuentes del ciberbullying
La ciberintimidación se desarrolla sobre todo a través de internet, si bien se constatan cada vez más casos mediante el móvil o las viodeoconsolas conectadas on-line. Algunos ejemplos son los siguientes:
Colgar en Internet una imagen comprometida (real o trucada) o datos susceptibles de perjudicar a la víctima
Dar de alta a la víctima en un sitio web donde se escoge a la persona más tonta, más fea,… estigmatizándola y ridiculizándola al cargarla del máximo de votos.
Crear un perfil o espacio falso en nombre de la víctima en el que ésta comparte intimidades, realiza demandas u ofertas sexuales explícitas, etc.
Usurpar de la identidad de la víctima y, en su nombre, hacer comentarios ofensivos o participaciones inoportunas en chats de tal modo que despierte reacciones adversas hacia quien en verdad es la víctima.
En la misma línea, provocar a la víctima en servicios web que están vigilados de tal forma que ésta tenga una reacción desproporcionada y se ve excluida del chat, comunidad virtual, etc. en la que estaba participando.
Con frecuencia los ciberacosadores engañan a sus víctimas haciéndose pasar por amigos o por una persona del sexo contrario con la que conciertan una cita para llevar a cabo una agresión.
De manera repetida los medios de comunicación se hacen eco de diversas grabaciones con móviles o cámara digital en las que se intimida, pega, agrede, persigue,… a una persona y después se divulgan las imágenes por Internet. El agresor se complace no sólo del acoso cometido sino también de inmortalizarlo, convertirlo en objeto de burla y obtener reconocimiento por ello.
Dar de alta en determinados sitios la dirección de correo electrónico de la persona acosada para convertirla en blanco de spam, contactos desconocidos, etc.
Entrar al correo electrónico de la víctima accediendo a todos sus mensajes o, incluso, impidiendo que el verdadero destinatario los pueda leer.
Hacer correr falsos rumores sobre un comportamiento reprochable atribuido a la víctima, de tal modo que quienes lo lean reaccionen y tomen represalias en contra de la misma.
Enviar mensajes ofensivos y hostigadores a través de e-mails o SMS.
Perseguir e incomodar a la persona acosada en los lugares de Internet que frecuenta de manera habitual.
Acosar a través de llamadas telefónicas silenciosas, o con amenazas, insultos, con alto contenido sexual, colgando repetidamente cuando contestan, en horas inoportunas, etc.
¿Te gusta la moda?, envíame tus fotos y te digo si tienes posibilidades. Esta es sólo una de las técnicas que pederastas utilizan en la red para acosar sexualmente a niños y niñas cibernautas.
“Grooming” o “cyber-acoso” se denomina a acciones realizadas deliberadamente por un adulto con el objeto de establecer una relación y un control emocional sobre un niño o niña con la finalidad real de abusar sexualmente del menor.
Existen múltiples estrategias para realizar este delito, pero las más comunes son:
Simular ser un niño o una niña en un chat o en un fórum
Pedir la cuenta de Mensajería
Establecer conversación y mandar un enlace con virus (emoticonos simpáticos, una tarjeta,…) o también se puede realizar por el envío de un correo
Si la víctima abre el enlace, el virus entra en el ordenador, de modo que cuando la niño/a abre su cuenta (con la clave secreta) ésta se transcribe al acosador
A partir de ahí, es cuando se lleva a cabo el chantaje, robo de mensajes y devoluciones a cambio de favores sexuales
Si después de haber leído esta información, los signos y consecuencias que revelan una situación de acoso, y cree que a su hijo/a, hermano/a, amigo/a, etc. puede estar pasando por una situación similar (ya sea víctima o agresor), no dude en ponerse en contacto a través de mi teléfono de contacto o del email o dejando un comentario para poder ayudarle e informarle más exhaustivamente sobre este tipo de violencia y sobre las posibles soluciones que puede tomar ante el problema.
No permita durante más tiempo que esta situación se sostenga en el silencio, PUEDE CAMBIAR y el primer paso es prestarle atención al problema.
Comments